martes, 4 de marzo de 2014

Comparación: asesina de la autoestima, veneno para las relaciones...

Pensamientos en voz alta... tomate un minuto, no te dejará indiferente....

En el mundo competitivo en la que continuamente nos relacionamos, aparece la comparación como un hábito de pensamiento común, automático y en muchas ocasiones involuntario que desde mi punto de vista está detrás de muchos de los problemas, complejos y frustraciones que nos hacen sufrir...

Sin apenas darnos cuenta, (aunque les aseguro que yo he conseguido tenerla bastante a raya) surge la comparación como elemento indispensable para "evaluar" nuestra valía personal, nuestro ascenso laboral, nuestro aspecto físico, nuestra manera de relacionarnos, etc. Surge como una manera casi inconsciente de calibrar continuamente y poner a prueba nuestro VALOR como PERSONA



Partiendo de creencias o expresiones populares como: "mal de otros consuelo de tontos", apostamos diariamente por esa falta de inteligencia para consolarnos y sacar a flote algo tan preciado y valioso para todos nosotros como es la opinión y valía que tenemos todos de nosotros mismos....

Y es que una parte importante de esta sociedad competitiva y dinámica en la que convivimos nos enseña entre otras cosas que "tú eres mas o menos en función de alguien..." creencia peligrosa donde las haya.  Y claro está,  bajo esta premisa, con este chip instalado,  buscamos continuamente por la calle, en nuestro trabajo, en nuestra familia... "espejos" donde mirarnos,  chequear y a ser posible aumentar continuamente nuestra tan ansiada autoestima... Y sin apenas darnos cuenta, con esta manera de entender nuestra valía personal, estamos invitando a "nuestra casa" de manera continua e insistente a invitados tan desagradables, traicioneros y dañinos como la envidia y la inseguridad,  entre otros...

Esa manera de calibrar y chequear nuestra autoestima busca ansiosamente "personas menos",  personas que desde nuestra perspectiva son menos guapas que nosotros, menos inteligentes que nosotros, menos capaces que nosotros.... espejos en el que salir "favorecidos" y conseguir acostarnos con nuestro ego un poco menos dañado... porque claro,  si tenemos la "mala suerte" de relacionarnos con "personas más" éstas nos podrán  poner espejos delante en el que veremos con claridad nuestras carencias y defectos...Y claro, ante esta última posibilidad, pocos son los capaces de reconocer esos déficit e interpretarlos como un síntoma que puede invitar al desarrollo y la evolución personal.  Casi todos ellos recurrirán a la infravaloración del otro, a veces incluso en su propia cara, para saciar su rabia (al fin y al cabo son los "culpables" de que me sienta mal), frustración y evitar que su autoconcepto "no se vaya a pique"...Dirían algo así como: "tampoco es para tanto..." "se le ve muy crecido eh..." "eso es que ha tenido mucha suerte...". Expresiones todas ellas que persiguen "disminuir" al otro (sea como sea tenemos que sobresalir), asesorados por la envidia como principal consejera y motivados por el resquemor de la herida en la autoestima que esa "persona más" ha tenido la "osadía" de provocar...



En ese punto, en el que la herida en la autoestima, la envidia y la inseguridad se han instalado en nuestra casa, buscaremos paradojicamente  para "enriquecernos" "personas menos" y  rechazaremos consciente o inconscientemente  las "personas mas" para que nos "perjudiquen".  Por ese entonces, te verás paulatinamente rodeada de personas inseguras, agresivas en sus relaciones, paranoicas en sus interpretaciones...acentuando todas ellas tu teoría de mundo dañino y malintencionado...Y casi si darte cuenta has construido en tu interior una "fábrica" que trabaja a destajo elaborando pensamientos autodestructivos, intenciones agresivas, relaciones inestables, criticas generalizadas...Y paradojicamente tu ansía por sacar a flote tu autoestima, hará que te hundas más en tu paranoia, te dañes en cada pensamiento, estropees tus relaciones, etc. 

¿Sólo por un hábito comparativo entrarás en esta dinámica? No, rotundamente no,respecto a  la autoestima existen muchas variables que influyen en su contrucción y desarrollo, y ocuparíamos muchas lineas en intentar aislarlas y definirlas... pero, ¡¡ojo!! cuidado con el hábito comparativo, no te lo aconsejo....

¿Alternativa? permite conocerte, invierte en ti, descubre tus capacidades, se consciente de tus debilidades, fíjate limites razonables en función de ellos, evaluate en función de tus propias metas, rodeate de "gente más" que te permitan aprender de ti y de los demás a cada paso, fija una o varias " personas más" como referentes (no como elementos comparativos) que funcionen como un "faro" más en tu travesía, deja de compararte con "personas menos" para salvar tu autoestima, disfruta de cada momento, confía en los demás, déjate ayudar, acepta las criticas como motivos para crecer, vive y ABANDONA LA COMPARACIÓN CONTINUA CON LOS DEMÁS PARA SACAR CONCLUSIONES,  CARACTERÍSTICAS y VALORES SOBRE TI.

En fin, pensamientos en voz alta...



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